Cada agosto surge la misma pregunta:
¿Cómo celebrar este día de forma especial?

Y con ella, muchas veces, también aparece la presión: encontrar el regalo ideal, organizar un panorama, preparar algo distinto… Todo mientras sigues en medio del cansancio, la rutina, y quizás con un algo de culpa por sentir que podrías hacer “más”.

Pero ¿y si te dijera que lo más valioso no está en lo que compras, sino en lo que compartes?

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🎁 Lo que tu hijo va a recordar

En unos años, probablemente tu hijo o hija no se va a acordar del juguete exacto que recibió.
Pero sí va a recordar cómo lo hiciste sentir:

•⁠  ⁠Cuando lo abrazaste con ganas.
•⁠  ⁠Cuando jugaste a su juego favorito por quinta vez.
•⁠  ⁠Cuando cocinaron juntos y todo quedó lleno de harina.
•⁠  ⁠Cuando lo miraste sin apuro.

Esos momentos sencillos son los que construyen la base emocional de su infancia.
Y no necesitan envoltorio.

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🌿 No necesitas ser la mamá perfecta

Este Día de la Niñez no se trata de hacerlo todo.
Se trata de estar ahí.
Estar con tus ganas, tus límites, tu presencia.

Un picnic en la alfombra. Una tarde de cuentos. Un rato sin pantallas.
O simplemente, una pausa para mirarlo y decirle cuánto lo quieres.

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🫂 Tú también mereces reconocimiento

Porque si existe un Día de la Niñez, también existe alguien que la sostiene: tú.
Una mamá, un cuidador, una figura presente, día tras día.

Hoy también es una oportunidad para mirarte con ternura, para agradecerte todo lo que haces, incluso cuando nadie lo ve.

Desde mi lugar como psicóloga clínica adulto y perinatal, quiero recordártelo:
💛 Tú eres su mejor regalo.

Con cariño,
María Jesús
Mom and Baby